miércoles, 5 de septiembre de 2012

¡EMMA ROCA SUBE AL PODIO EN EL UTMB 2012!



CRÓNICA POR EMMA ROCA:

Ni el frío, ni la nieve, ni la lluvia han podido. Ultra-Trail du Mont-Blanc 2012

Esta 10 ª edición del ultramaratón más importante y duro del mundo no nos ha dejado indiferentes. El UTMB de este año se ha visto de nuevo alterado por culpa de las inclemencias del tiempo que han hecho cambiar el recorrido: de 169km han reducido a 108km y de 9600m + han acabado siendo casi 6000m +. Todo esto anunciado unas 5h antes de la salida: estrés total!

Yo llegué el miércoles previo a la carrera con los deberes hechos, con toda la ilusión puesta en el objetivo más importante del año pero con cierto respeto y miedo. Tenía un cóctel dentro de mí muy curioso. Y fuera no paraba de llover. Estábamos alojados en un camping a 3km de Chamonix pero como no había Bungalows libres ya desde hacía semanas nos tuvimos que conformar con la furgo y una tienda, cocinando con fogón y yendo al baño un centenar de metros más lejos. Con el frío y la lluvia constante se hizo dura la preparación pre-carrera, pero creo que me ayudó a adaptarme mejor al que luego me encontraría desde el km 1. Muchas de las favoritas estaban con sus respectivos equipos en confortables hoteles y a 100m de la salida ...

Los cambios los anunciaron por sms y por la web, tuve que apresurarme a buscar wifi y saber a ciencia cierta cómo quedaba todo. No nos dejaron claro en ningún momento los puntos de avituallamiento y muy a última hora nos dieron tiempos de paso y el perfil. Buff...

Una hora antes de salir todo eran nervios, me dejaron una pequeña cabaña para estar y no enfriarme ni mojarme. David (mi marido) y Enric (mi podólogo) que me hacían la asistencia ya habían marchado bastante antes hacia uno de los avituallamientos, a Les Contamines. Estaba sola, nerviosa pero con muchas ganas de hacer lo mejor que pudiera. Conmigo saldrían 2500 personas y casi 200 mujeres de 73 nacionalidades diferentes. El espectáculo estaba servido!

La salida se retrasó 30min y nos dio la oportunidad de ver la llegada espectacular del Tòfol Castanyer como ganador de la CCC otro circuito de casi 100km que se hace junto con el del UTMB y 2 más (la TDS de 112km y la PTL por equipos de 284km). Cuando pusieron la música y la cuenta atrás ya no paraba fue muy emocionante, y durante el primer km fue un continuo de ver gente, chocar de manos y recibir aplausos.

La noche llegó cuando sólo llevábamos una hora corriendo, y con ella la lluvia. Sería una carrera básicamente nocturna. La lluvia ya no nos dejaría y el frío en cotas altas se hacía notar de lo lindo. Los guantes, cortavientos, malla larga, buff, gorro, ... eran imprescindibles. Las primeras 6h fueron duras, se comenzó muy rápido, el ritmo era alto con el frío que iba calando. La niebla en muchos tramos hacía que la luz del frontal se reflejara y no se pudiera distinguir casi nada. Esto sumado a las bajadas muy técnicas por culpa del barro, la lluvia, la noche y la niebla hacía que hubieras de estar en tu máximo de atención y habilidad en cada paso que hacías y no podías tener ningún segundo de relax. Era agotador. Encima no sabías cómo ibas de clasificación, ni si venían chicas detrás ya que de noche sólo veías luces de frontal y basta. Me pasaban tiempo de las de delante pero nunca sabía a cuando venía la siguiente detrás de mí ...

A partir de la 6 ª hora me cambié de ropa y calzado y toda yo fui otra, me encontraba mejor, con fuerza y ganas de aumentar el ritmo. Las barritas que había preparado Sean con Ucan, proteína e ingredientes naturales, las bolsitas de frutos secos y las sales y gominolas de Powerbar iban funcionando muy bien. Por dentro me encontraba bien y el frío cada vez se llevaba mejor después del punto más alto con nieve, pasando la Balme donde pasé mucho frío y casi no articulaba los dedos de las manos para abrocharme la chaqueta o coger algo de la mochila. Las condiciones que tuvimos hacían que no te alimentaras ni te hidrataras bien, ya que todo se hacía más difícil (no veías donde tenías las cosas, con guantes costaba maniobrar, la chaqueta tapaba bolsillos, toda mojada te enfríabas más rápido, ...).

Por suerte todo el recorrido estaba muy bien marcado, con muchas cintas, señalizando los desvíos, con flechas donde era necesario, con caminos cortados y con controles en los puntos claves. De noche y con condiciones puramente invernales creo que nadie se perdió!

Tras las Houches tenía a pocos minutos a la italiana que iba segunda y eso me animaba, le estaba recortando tiempo. Desde el principio Lizzy estaba muy por delante y nunca estuvo accesible, su nivel era de otra galaxia, impresionante, siempre en el top 20 masculino... Pero la 2 ª estaba allí y yo me iba encontrando cada vez mejor. La noche avanzaba e iba adelantando a gente, pero después de Merlet donde no hubo avituallamiento hasta un punto cercano a les Tines (y me lo esperaba porque estaba marcado en el mapa) hice corto de comer y beber y aún quedaba una subida de más de 600m + para llegar a Argentiere donde rezaba para que hubiera finalmente la asistencia! Suerte que el agua de algún arroyo y una pequeña reserva de frutos secos que encontré entre las bolsas de la mochila me mantuvo pero no me sirvió para poder mejorar. Fueron casi 4 horas entre avituallamientos de las 2h previstas, y esto de noche, con frío, lluvia, niebla y viento se hizo duro ...

En Argentieres mi reloj me marcaba casi 100km pero resulta que faltaban todavía 10 para llegar a Chamonix. Difícil! y encima no era sólo bajada y aún quedaban 200m + repartidos entre varios montículos rompe-piernas. En la asistencia me faltaba fuel, la musculatura la tenía vacía y la italiana sólo la tenía a 2 minutos! Aún podía pasar de todo! pero mis piernas no funcionaron como yo hubiera querido. Mentalmente me iba animando y diciendo venga! aprieta! que la tienes aquí! pero iba a una velocidad y de allí no pasaba ... ella por el contrario sabiendo que yo venía tan cerca puso 5a y fue superior ganando 4 minutos más de diferencia en los últimos 10km. Lástima!

Pero cuando por las calles de Chamonix me veía ya tercera, iba mirando hacia atrás porque tampoco sabía a cuando venía la cuarta, empecé a disfrutar de un triunfo personal, de una lucha, de un objetivo cumplido y sobre todo de un disfrutar por correr y por competir que no tiene precio. Las lágrimas vinieron y la sonrisa no dejó ya de estar presente. Esta vez sí!

El frío, la lluvia, el viento, la nieve, la niebla, las rivales, los km, la oscuridad, los cambios de última hora, el ... NADA pudo impedir que pudiera cumplir un sueño: hacer podio en la UTMB.

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